Empresas deberán definir protocolos contra el mobbing

Empresas deberán definir protocolos contra el mobbing

El acoso laboral, se ha convertido en un problema a nivel mundial. Muestra de ello son los resultados presentados por el Workplace Bulling Insitute, con sede en Estados Unidos. En un estudio reciente descubrieron que el 35% de los empleados sufre de este tipo de acoso, también conocido como mobbing. 

 

¿Qué es el mobbing?

 

El término proviene del verbo en inglés to mob, que alude a los ataques violentos. El mobbing se refiere a las acciones de hostigamiento que realizan uno o varios empleados en otro para provocarle miedo psicológico, debilitarlo y finalmente, hacer que renuncie.

 

Mobbing en México

 

En México, el acoso laboral destaca como una de las principales causas de ausentismo laboral y baja productividad. De igual manera, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) dio a conocer que 23 mil 542 personas dejaron su empleo por acoso o discriminación en el primer trimestre del año en curso.

Un estudio conducido por Jesús Felipe Uribe Prado, académico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), estima que, de todos los trabajadores en el país, al menos 20% ha padecido esta práctica.

 

Ley para definir protocolos contra el mobbing

 

Desde hace varios años la Ley Federal del Trabajo (LFT) prohíbe y castiga el acoso laboral. Con la reforma laboral de este 2019 y con el recién aprobado Convenio sobre Violencia y Acoso de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), se suman más herramientas. Ahora, de nuevo, hará falta el cumplimiento.

Lo importante, tanto en la LFT como en el convenio de la OIT, es que señalan la obligación de los centros de trabajo de impedir el acoso, “aunque el patrón no sea el que acose. Eso fundamental”, subraya.

 

Mirada integral a los protocolos contra el mobbing

 

El nuevo convenio de la OIT, que fue aprobado por la representación del gobierno mexicano, acierta en ver la violencia y el acoso en el trabajo de manera integral.

Además de que protege también a quienes laboran en la informalidad o en el ámbito rural, “entiende la violencia en sentido amplio, porque esto no sólo pasa en la oficina. Contempla, por ejemplo, los trayectos del domicilio al trabajo. La vida laboral no es solo la que pasa en la oficina o la fábrica”.

Respecto al convenio, Uribe Prado señala la importancia de insistir en que los nuevos tribunales laborales se pongan a marcha lo más rápido posible. Lo anterior se debe, afirma, a que cuando se ratifique el convenio “vamos a tener un gran convenio internacional sin las condiciones institucionales para hacerlo cumplir”.